La trata es el proceso por el cual una persona pasa de una situación de no sometimiento a otra de sometimiento, cuyo fin es la explotación de esa persona, es decir, oprimirla y subyugarla a una de las formas contemporáneas de esclavitud.
El fenómeno de la trata, y de la esclavitud que implica, no puede entenderse al margen de una globalización que ha generado grandes niveles de desigualdad y vulnerabilidad, y en la que el ganador ha sido el poder económico.
Que implica la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas.
La amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, el fraude, el engaño, el abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o de la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra.
La explotación, que incluye la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. En el caso de los menores, no es preciso el medio, basta con la acción y el fin.
Mediante la trata, la persona se convierte en mercancía, en un objeto destinado a una explotación que genera algún tipo de beneficio, económico o no, para los traficantes.
El fenómeno de la trata, y de la esclavitud que implica, no puede entenderse al margen de una globalización que ha generado grandes niveles de desigualdad y vulnerabilidad, y en la que el ganador ha sido el poder económico.
La trata no precisa el cruce de fronteras, a diferencia del tráfico que sí lo hace, y puede suceder en el mismo país del que procede la persona. Lo que sí implica es cambiar el contexto de la víctima para desarraigarla y, de esta forma, aumentar su vulnerabilidad. Con frecuencia el tratante promete falsamente a la víctima una vida mejor fuera de su entorno natural, ya sea dentro o fuera de su país. El tratante puede ser alguien muy cercano a la víctima o incluso su pareja.
Algunos factores de vulnerabilidad favorecen la trata (enumeración no exhaustiva):
La trata con finalidad de explotación sexual es una realidad con escasa visibilidad, oculta “a plena vista”, cuya existencia a veces puede resultar difícil de creer.
En este tipo de esclavitud, el género es un factor crítico.
4 de cada 5 personas en esa situación son mujeres o niñas
Es habitual que las personas sean captadas en un lugar por un grupo criminal concreto, bajo la promesa de una falsa oportunidad de trabajo, para posteriormente ser “revendidas” y abusadas por otro grupo criminal distinto en destino.
Cada vez más Internet, las redes sociales y otro tipo de páginas web están creando nuevas oportunidades para el tráfico de menores y para conectar a las víctimas con los abusadores. Estas plataformas son utilizadas para publicitar ofertas de trabajo falsas que sirven para captar a las futuras víctimas.
Con frecuencia se intenta simplificar esta realidad y equipararla a la prostitución, pero no es posible.
La trata es esclavitud
En ella la persona, aunque permanezca viva, pierde la propia vida, carece de control sobre ella y pasa a ser un objeto que genera rendimientos y que puede ser desechado en cualquier momento.
La trata con finalidad de explotación sexual es una realidad con escasa visibilidad, oculta “a plena vista”, cuya existencia a veces puede resultar difícil de creer.
En este tipo de esclavitud, el género es un factor crítico.
4 de cada 5 personas en esa situación son mujeres o niñas
Es habitual que las personas sean captadas en un lugar por un grupo criminal concreto, bajo la promesa de una falsa oportunidad de trabajo, para posteriormente ser “revendidas” y abusadas por otro grupo criminal distinto en destino.
Cada vez más Internet, las redes sociales y otro tipo de páginas web están creando nuevas oportunidades para el tráfico de menores y para conectar a las víctimas con los abusadores. Estas plataformas son utilizadas para publicitar ofertas de trabajo falsas que sirven para captar a las futuras víctimas.
Con frecuencia se intenta simplificar esta realidad y equipararla a la prostitución, pero no es posible.
La trata es esclavitud
En ella la persona, aunque permanezca viva, pierde la propia vida, carece de control sobre ella y pasa a ser un objeto que genera rendimientos y que puede ser desechado en cualquier momento.